Salga de Roma para pasar el día en Pompeya.
El 24 de agosto del año 79, una erupción del Vesubio cubrió de cenizas la ciudad de Pompeya. Los edificios, objetos, animales y hombres quedaron enterrados bajos varios metros de ceniza volcánica. Irónicamente, esta destrucción ha protegido la ciudad.
En el siglo XVII, vuelven a descubrir la ciudad que se salvó del paso de los años gracias a las cenizas del volcán.
Se beneficiará de un transporte entre Roma y Pompeya y luego podrá disfrutar de la ciudad a su ritmo (entradas no incluidas).
Deambule por la calle de la Abundancia, admire el anfiteatro, las termas y los templos, y descubra los moldes de yeso de las víctimas de la catástrofe, petrificadas para siempre en su última posición... Admire el anfiteatro, las termas y los templos.
¡Esta visita de Pompeya lo sumergirá en la Roma Antigua!
¡Pompeya es una auténtica maravilla de la humanidad que conocemos hoy en día por casualidad histórica!